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Viernes 04-06-04 1820 hs Desde Vientiane
Pakse es un pequeño pueblo situado a 145 kms de la frontera entre
Tailandia y Laos. Posee una cierta infraestructura turística por ser el
paso obligado para aquellos viajeros que cruzan la frontera entre ambos
países o que se dirigen a visitar las ruinas Jemeres de Wat Phu
Champasak.
Desde aquí recorremos los 320 kms que nos separan de Savannakhet, la
segunda ciudad más importante de Laos después de la capital. Desde un
punto de vista turístico, la ciudad carece de atractivos. Su
importancia se debe a que por aquí pasa la mayor parte del comercio
entre Tailandia y Vietnam, pero la ciudad en sí no tiene nada de
especial.
Entre casas bajas de madera y restos de construcciones de estilo francés
que datan de la época colonial, la mayoría de ellos muy deteriorados,
sorprenden las construcciones nuevas que se ven en la parte este de la
ciudad. Son edificaciones de una o dos plantas destinadas a viviendas
que cuentan con enormes locales comerciales en los bajos, la mayoría de
ellos con símbolos chinos en el frente y que ofrecen todo tipo de
mercancía especialmente de importación. Creo no equivocarme si digo
que se trata de gente que llegó a la ciudad con recursos económicos
propios, atraída por la posibilidad de ganar dinero a través del
comercio.
Savannakhet está situada a 250 kms de Lao Bao, frontera con Vietnam y
hacia allí nos dirigimos para continuar nuestro viaje. Una decepción,
los vietnamitas no nos dejan entrar con el coche porque se supone que
debemos tener un permiso especial del Ministerio de Policía de Hanoi.
A decir verdad, José, el vasco que nos encontramos en el norte de
Pakistán y con quien seguimos en contacto por Internet, ya nos lo había
anticipado. Hace un par de semanas quiso cruzar a Vietnam y tuvo el
mismo problema, de todas formas decidimos intentarlo pero no hubo forma
de convencer a los guardias vietnamitas.
Regresamos camino de Savannakhet y pasamos la noche en Tha Khaek a unos
120 kms al norte, también junto a la frontera con Tailandia al otro
lado del Mekong. Se trata de una pequeña ciudad de 68.000 habitantes, más
o menos la misma población que Pakse y la mitad de Savannakhet, pero a
diferencia de estas dos, ni tiene ruinas arqueológicas en los
alrededores ni tampoco comunicación directa por carretera con Vietnam.
Más que ciudad, es un pueblo polvoriento y bastante pobre.
Lo realmente sorprendente de Tha Khaek son las mansiones (o palacios)
recién construidos que allí se pueden ver, no más de ocho o diez,
como así también una docena de edificios de apartamentos nuevos de dos
o tres plantas. Tanto las mansiones (y no exagero a la hora de
calificarlas) como los apartamentos están vallados y rodeados de
grandes jardines muy bien cuidados, cuentan con juegos para niños y en
todos ellos se pueden ver aparcados coches nuevos de gama alta,
todoterrenos y camionetas.
La pregunta es: quien vive en estas casas ? Entramos con el coche en el
primer edificio de apartamentos que vemos sobre la carretera pensando
que es un hotel. Después de atravesar los jardines, aparcamos junto a
la entrada y aparece un hombre de rasgos asiáticos aunque no podemos
determinar si es laosiano, vietnamita o quizás tailandés. En inglés
nos dice que se trata de viviendas particulares, pero lo más llamativo
es que aparte del reloj y las cadenas de oro, lleva puesta una camiseta
blanca que dice nada menos que Bahamas !!!
Seguimos por la carretera y aparcamos junto a una mansión. Le
preguntamos quién vive allí a una chica que tiene un puesto de venta
de frutas en la calle, y nos contesta que un vietnamita... En un sitio
pobre como éste y alejado de la civilización, en donde la gente vive
en chozas de madera y subsiste gracias al cultivo de arroz, nadie que se
dedique a una actividad legal puede tener semejante nivel de vida. Ya no
se trata solamente de algo insultante en medio de tanta pobreza, sino
que también resulta inexplicable. Y eso que estamos en un país
comunista !!!
De Tha Khaek nos vamos a Cao Treo, frontera con Vietnam, para ver si por
este cruce tenemos ahora más suerte que en Lao Bao. Recorremos 300 kms
para que otro vietnamita nos impida nuevamente la entrada con el coche
con el mismo argumento, o tenemos el permiso de Hanoi o el coche se
queda en la frontera...
Camino de la frontera, adelantamos en la carretera a dos camiones que
van cargados de jaulas llenas de perros apiñados como sardinas en lata.
Suponemos que van a Vietnam, porque allí la carne de perro es muy
apreciada, y no nos equivocamos. Cuando salimos de la frontera, vemos
aparecer a uno de los camiones que cruza el puesto fronterizo de Laos
para entrar en Vietnam.
Los perros no dejan de ladrar en ningún momento, van en condiciones
lamentables, bajo un sol abrasador, sin agua, casi sin poder moverse y
vaya uno a saber las horas que llevan así. Si bien nosotros no somos
amantes de los animales, la verdad es que el trato que reciben estos
pobres perros es lamentable.
Volvemos en dirección de Tha Khaek y después de hacer 110 kms más
hacia el norte, llegamos a Paksan en donde pasamos la noche. Es la
capital de la provincia de Bolikhamsai, tiene 35.000 habitantes pero aquí
sí que no hay nada de nada, sólo mosquitos, gigantescas cucarachas
voladoras, escarabajos, lagartijas y todo tipo de insectos que escapan a
nuestros vagos conocimientos sobre la materia.
Ayer jueves al mediodía llegamos a Vientiane, capital de la República
Democrática Popular de Laos (LPDR). Alrededor de 150.000 habitantes
viven en esta ciudad, que en realidad es un pueblo grande. Lo primero
que hacemos es dirigirnos a la Embajada de Vietnam para averiguar en
donde hay que gestionar el permiso para entrar con el coche. Como no
tienen ni idea, nos sugieren que vayamos hasta la frontera...
La conversación se transforma pronto en una discusión, y llega un
momento en que pensamos que nos echarán a patadas de allí. Insisto en
que están equivocados al sugerirnos que nos dirijamos a la frontera por
el permiso, pero lo toman como que los tratamos de mentirosos !!! Cuando
ya nos estamos por ir, el vietnamita que más discute con nosotros nos
enseña unas hojas escritas en su idioma en donde según él, el permiso
debemos solicitarlo en Hanoi.
Pues bien, nada más nos queda por hacer aquí en la Embajada y la única
alternativa que tenemos es contactar a través de Internet con alguna
agencia de Hanoi que nos pueda tramitar el permiso. En eso estamos, pero
dudo que consigamos algo.
Dedicamos el día de hoy a recorrer los sitios turísticos de Vientiane,
es decir, los templos budistas porque no hay muchas más cosas por aquí.
La ciudad es baja, con anchas avenidas, pocos coches y motocicletas, y
en general mucho menos desarrollada que Phnom Penh (Camboya). |