INFORMACION UTIL
CARRETERAS: en general están en bastante mal estado. Hay
algunos tramos de autopistas nuevos habilitados y muchos otros
en construcción, pero teniendo en cuenta el ritmo al que se
trabaja y la falta de medios, pasarán muchos años hasta que
estén terminadas. Conducir por Pakistán es toda una aventura
por no decir que es un peligro, y para complicar aún más las
cosas, se circula por la izquierda.
Las carreteras son estrechas, abundan los carros tirados por
animales (hemos comprobado que los camellos van más rápido que
los bueyes y las mulas) y las bicicletas, los tractores y los
animales sueltos aparecen por cualquier lado. Es común que de
noche se circule sin luces (especialmente los camiones), los
adelantamientos se hacen en cualquier sitio y los conductores de
camiones y autobuses no tienen ningún reparo a la hora de echar
de la carretera a todo aquel que se les ponga por delante.
El tráfico en las ciudades o pueblos es un caos generalizado,
circular detrás de un carro tirado por un buey puede acabar con
la paciencia de cualquiera y si a esto le agregamos la marea de
gente (99% hombres) que invade las calles (las aceras, cuando
existen, están ocupadas por puestos de venta ambulante) y el
constante sonar de bocinas, todo ello hace de Pakistán un lugar
en donde conducir resulta un desafío a la racionalidad.
COMBUSTIBLE: el litro de gasoil cuesta unas 23 rupias
(0,35 euros), 22 veces más que en Irán ! Si bien sigue siendo
barato con respecto a Europa, para nosotros dejó de ser un
regalo. En general no hay problemas con el suministro de
combustible y las gasolineras se encuentran sin dificultad. La
única excepción es el tramo que va desde Taftán (frontera con
Irán) a Quetta, 660 kms a través del desierto del Baluchistán,
en donde sólo se consigue gasolina o gasoil en los pueblos
junto a la carretera. Se vende en bidones y cuesta más barato
que en las gasolineras porque lo llevan de contrabando desde Irán.
MONEDA: un euro equivale más o menos a 67 rupias. Para
cambiar moneda extranjera hay que acudir a los bancos (algunos sólo
aceptan dólares), casas de cambio o grandes hoteles. En las
ciudades funcionan cajeros automáticos de donde se puede sacar
dinero efectivo mediante el uso de tarjetas de crédito (Visa y
Mastercard) o débito (Maestro y Cirrus). Conviene consultar
previamente las páginas web de dichas entidades para saber la
ubicación de los cajeros habilitados a tales efectos. No todos
funcionan o tienen dinero disponible, en una oportunidad tuvimos
que ir a cuatro cajeros diferentes dentro de una misma ciudad
(Multán) para poder retirar dinero en efectivo. Las tarjetas de
crédito son aceptadas preferentemente en los hoteles y
restaurantes de tipo medio-alto y en algunas gasolineras de las
grandes ciudades.
TELÉFONO MÓVIL: al existir acuerdos con los operadores
locales, los teléfonos del exterior pueden utilizarse en Pakistán
no habiendo ninguna restricción para ello. En las ciudades la
cobertura es buena, aunque no puede decirse lo mismo de la zona
del Baluchistán ni de la región montañosa del norte del país.
INTERNET: la conexión es lenta, son constantes los
cortes de electricidad, no es fácil encontrar cybercafes, y por
lo general son lugares deprimentes por calificarlos de alguna
manera. Existen tarjetas de prepago con las que se puede acceder
a Internet, siempre y cuando se disponga de ordenador portátil
y una línea telefónica.
COMIDA: Pakistán no es un sitio que se caracterice por
su cocina, pero después de más de veinte días en Irán
coincidiendo con el mes de Ramadán recuperamos las ganas de
comer. Si bien es cierto que el pollo continúa siendo la base
de nuestra alimentación, la cocina pakistaní incluye
diferentes modos de preparación y utiliza condimentos y
especias para darle sabor a las comidas, no es monótona como en
Irán. Mención especial merece el pan (roti) en sus distintas
formas, para nosotros el mejor es el naan que se prepara en un
horno de arcilla llamado tandoor y se sirve caliente y recién
hecho.
POBLACIÓN: Pakistán es el noveno o décimo país más
poblado de la Tierra. Su población es de aproximadamente 140
millones de habitantes, de los cuales el 97% son musulmanes. Se
concentra principalmente en la zona del valle del Indus, en el
eje Multán - Lahore y dos tercios de la población vive en el
medio rural, en donde por cierto aún existe un sistema feudal
especialmente en las regiones del Sind y del Punjab. La
expectativa de vida es de 58 años, algo menos para las mujeres
que para los hombres, hecho que sólo se da en otros tres países
además de Pakistán, en India, Bangladesh y Nepal. Esto da una
idea de las condiciones de extrema dureza en las que viven las
mujeres en estos países.
EDUCACIÓN: según lo establece la Constitución de 1973,
la educación primaria (desde los 5 a los 10 años) es gratuita,
pero sólo la mitad de los niños acuden regularmente al
colegio. Apenas el 20% de la población entre 11 y 17 años
concurre a la escuela secundaria y por cada dos varones sólo lo
hace una mujer, siendo Pakistán uno de los diez países en el
mundo con menos asistencia de mujeres a la educación. Sólo el
40% de las personas mayores de 15 años sabe leer y escribir,
por sexos el 50% de los hombres y el 25% de las mujeres (menos
del 10% en las áreas rurales), y la educación no es
obligatoria en ningún nivel. Las madrazas, escuelas coránicas
la mayoría de ellas financiadas con dinero saudí, cumplen una
función social y educativa dentro de la sociedad, reemplazando
al Estado la mayoría de las veces.
VISADO: se obtiene en la Embajada de Pakistán en Madrid.
Demora 4 días, hay que rellenar un impreso, entregar dos fotos
y un certificado de solvencia bancaria. Tiene una validez de
seis meses, un mes de permanencia y el visado para múltiples
entradas cuesta 63,10 euros.
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