CHILE I
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           CARRETERA  AUSTRAL


El 10 de marzo de 2005 entramos a Chile a través del Paso Río Jeinemeni que une Los Antiguos (Argentina) con Chile Chico, un pueblo de 3.800 habitantes que fue reconocido como tal en el año 1931. Para conectar con la Carretera Austral, recorrimos un camino de 122 kms bordeando la ribera sur del lago General Carrera hasta llegar al cruce El Maitén, inaugurado en el año 1991.

Se trata de uno de los caminos más espectaculares y difíciles que jamás hayamos recorrido. El ripio está en muy mal estado y plagado de ondulaciones (calaminas como se las llama en Chile), los precipicios dan vértigo, las pendientes y curvas son constantes y el camino en general es angosto y en muchos tramos sólo permite el paso de un vehículo. Para peor hay varias explotaciones mineras en los alrededores y el ir y venir de camiones es continuo.

Pero el gran aliciente es la belleza del lugar, el azul profundo del lago General Carrera contrasta con el verde esmeralda de algunas de sus bahías, ello se debe a los sedimentos que arrastran los ríos provenientes de los glaciares. Con 590 metros de profundidad máxima, se trata del lago más profundo de Sudamérica y el séptimo más hondo del mundo. Por su tamaño, también es el segundo más grande después del Titicaca en Bolivia y tiene la particularidad de ser binacional, el 40% del total de su superficie se extiende del lado argentino en donde se llama lago Buenos Aires.

Tras algo más de tres horas de viaje llegamos al cruce El Maitén sobre la Carretera Austral y después de casi 100 kms llegamos a Puerto Tranquilo, un pequeño poblado de 450 habitantes en donde pasamos la noche. Los trabajos para la construcción de la Carretera Austral se iniciaron en el año 1976, hasta entonces las comunicaciones con esta parte del país eran exclusivamente  por la vía marítima. Se trata de un camino enteramente de ripio (grava) excepto 100 kms antes de llegar a Coihaique yendo desde el sur, más exactamente desde Villa Cerro Castillo, y los 70 kms que separan a esta ciudad de Puerto Aisen (13.000 habitantes).

Desde Puerto Tranquilo seguimos hacia el norte hasta Coihaique (36.000 habitantes), capital de la XI Región, una pintoresca ciudad cuya plaza central tiene la particularidad de poseer cinco lados. Desde la carretera contemplamos el volcán Hudson, el cual entró en erupción en el año 1991 cubriendo de cenizas los suelos de este territorio.

El camino continúa siendo espectacular, montañas con cumbres nevadas, rodeadas de lagos y atravesadas por ríos y arroyos, transforman el paisaje en algo único. A medida que avanzamos hacia el norte la vegetación es cada vez más tupida, y adentrándonos en el Parque Nacional Queulat nos encontramos con selva virgen a ambos lados de la carretera, por momentos es como conducir a través de un tunel.

Se trata de 154.093 hectáreas de selva nunca antes cruzada por senderos ni habitada por colonos, llamándonos la atención los helechos gigantes que pueden verse. El lado norte del parque, antes de llegar a Puerto Puyuhuapi, es una verdadera escalera en el cerro ya que la carretera desciende abruptamente a través de 17 empinadas curvas por un camino de cornisa.

A la altura del desvío a Puerto Cisnes, la Carretera Austral está siendo reparada. Debido a ello tuvimos que detenernos cerca de un par de horas hasta que pudimos pasar entre camiones en medio del barro, eran ya casi las siete de la tarde y llovía... Por la noche llegamos a Puerto Puyuhuapi (537 habitantes) después de recorrer un total de 475 kms desde Puerto Tranquilo.

Nuestra idea era seguir a la mañana siguiente en dirección norte hasta Chaiten y Caleta Gonzalo, punto final de la Carretera Austral, y desde aquí cruzar en transbordador a Hornopirén para continuar hasta Puerto Montt. Pues bien, en Puyuhuapi nos informaron que dicho transbordador sólo cruza durante los meses de enero y febrero, y estábamos a 12 de marzo !!! No tuvimos otra alternativa que modificar nuestra ruta, decidimos seguir unos 200 kms más hacia el norte hasta Futaleufú y coger el desvío hacia el paso fronterizo con Argentina a la altura de Trevelín.

Desde Puyuhuapi a La Junta (50 kms) la Carretera Austral discurre rodeada de bosques y glaciares, con la cordillera de los Andes a ambos costados. A pesar de la distancia y de que ya han pasado catorce años, aquí también se pueden ver cenizas del volcán Hudson a los lados del camino. Precisamente una persona del lugar que llevamos en el coche nos comentó el tremendo daño que produjo en toda la zona la erupción del volcán: al quedar los pastos cubiertos de cenizas, los animales fueron llevados a otras zonas alejadas y al día de hoy la actividad ganadera aún no se ha recuperado, con la consiguiente falta de puestos de trabajo que ello genera para los habitantes del lugar.

Seguimos unos 80 kms hacia el norte hasta llegar a Villa Santa Lucía, en donde sale el desvío a Futaleufú. Algo que nos había llamado la atención tanto del lado argentino pero especialmente en el sur chileno, es la gran cantidad de jóvenes israelíes haciendo turismo de mochila por la zona, y precisamente en el desvío a Futaleufú recogimos a dos de ellos que estaban haciendo dedo junto a la carretera.

Nos explicaron que cuando finalizan el servicio militar obligatorio, que en Israel dura como mínimo tres años para los hombres y dos para las mujeres, es costumbre realizar un viaje antes de comenzar sus estudios universitarios o su actividad laboral. Para ello cuentan en algunos casos con ayuda financiera por parte del Estado, siendo preferentemente India, Tailandia y el sur de Chile y Argentina los lugares elegidos.

Como no podía ser de otra forma, durante los 75 kms que separan Villa Santa Lucía de Futaleufú estuvimos hablando de la situación en Medio Oriente... la conversación era tan apasionada que en Puerto Ramirez equivoqué el camino y nos fuimos en dirección a Palena, menos mal que uno de los chicos israelíes se dió cuenta, aunque nos lo dijo después de haber hecho 20 kms.

El camino bordea el río Futaleufú entre encajonados valles y estruendosos rápidos, de ahí que dicho río sea considerado como el número uno en el mundo para la práctica de la bajada en kayak o rafting. Llegamos finalmente a Futaleufú (1.019 habitantes), nos despedimos de los israelíes y continuamos viaje hacia Argentina. Realmente merece la pena recorrer la Carretera Austral, pueden contemplarse paisajes espectaculares que incluyen bosques, selva, glaciares, lagos, montañas y volcanes entre otras bellezas naturales, y los pequeños pueblos situados a lo largo del camino guardan una total armonía con el entorno. 

 




Lago Carrera, uno de los más hermosos de Sudamérica


Lago Carrera, en el fondo la Cordillera de los Andes



Tareas de mantenimiento en la Carretera Austral. La señal nos indicaba seguir adelante pero no advirtieron que en el otro extremo también daban paso a los vehículos que estaban trabajando. Conclusión: atasco entre los camiones que venían de frente y los que iban en nuestra dirección 



Muelle del Puerto Puyuhuapi


Helechos gigantes en el Parque Nacional Queulat



Puerto Tranquilo Cenizas del volcán Hudson


Calle de Puerto Montt

Palafitos en Castro, Isla de Chiloé

Chonchi, en la Isla de Chiloé

Chonchi, Isla de Chiloé

           


           RUTA PANAMERICANA


A 1.308 metros de altura se encuentra el Paso Cardenal Antonio Samoré, el cual permite unir  Bariloche, la segunda ciudad turística más importante de Argentina, con las ciudades de Osorno y Puerto Montt en Chile. El 14 de marzo de 2005 iniciamos el recorrido bordeando los lagos Nahuel Huapi y Espejo, y después de 160 kms llegamos al puesto fronterizo. Nuevamente en Chile, el camino discurre junto al lago Puyehue. Al cabo de 100 kms llegamos a Osorno, una ciudad de 130 mil habitantes, bastante pintoresca por cierto, en donde abunda la construcción en madera. 

Después de recorrer 160 kms más, llegamos finalmente a Puerto Montt (120 mil habitantes), capital de la X Región de los Lagos. Nos pareció realmente una ciudad bastante caótica y sucia, mientras que el trazado de sus calles es por demás confuso al estar levantada en forma de anfiteatro en el extremo norte del seno (ensenada) de Reloncaví. 

Tal vez nos decepcionó un poco porque esperábamos encontrarnos con una ciudad del estilo de Punta Arenas, la más bonita de las que hemos conocido hasta ahora en Chile. Además de la importancia que tiene la ciudad al ser puerto de salida para los territorios de Chiloé, Aisén y Magallanes, el cultivo del salmón y sus industrias anexas de refrigeración, alimentos, transportes y servicios hacen de Puerto Montt un importante centro económico para el sur del país. 

Nos dirigimos hacia el sur de la ciudad y después de recorrer  59 kms llegamos a Pargua, final del tramo continental de la Carretera Panamericana. Desde aquí cruzamos en trasbordador el canal de Chacao y arribamos a la Isla Grande de Chiloé, de forma rectangular y con 180 kms de norte a sur. Se trata de la segunda isla más grande de Sudamérica, después de Tierra del Fuego. Visitamos Ancud, Castro (la capital de la isla) y Chonchi, regresando por la noche a Puerto Montt. Destacan las iglesias de madera que datan del siglo XVIII, fueron construidas bajo la dirección de los misioneros jesuitas y franciscanos y pueden encontrarse por todo el archipiélago. 

El jueves 17 de marzo dejamos atrás Puerto Montt para recorrer los alrededores del lago Llanquihue. En sus aguas se refleja el cono perfecto del volcán Osorno y las cimas del Puntiagudo, el Calbuco y el Tronador. Visitamos las poblaciones de Puerto Varas, Llanquihue, Frutillar y Puerto Octay, ubicadas todas ellas sobre el mismo lago. Se trata de una zona que ha tenido un gran impulso en las últimas dos décadas debido al turismo local. Frutillar es el centro de veraneo más cotizado y posee la playa más bella del lago. La influencia de los colonos de origen alemán es evidente, y ello se nota no sólo en la construcción sino también en el orden y la limpieza imperante. 

En Frutillar recogimos a una chica que esperaba el autobús con un niño pequeño y un bebé en brazos. Nos contó que su marido y su cuñado trabajaban en un fundo (estancia) y que vivían desde hacía años en una casa que les daba el patrón, una buena persona según sus propias palabras quien a su vez tenía un enorme chalet junto a la carretera. Como llovía, la llevamos hasta la entrada de su casa para que no tuviera que caminar cerca de 500 metros en medio del barro.

La vivienda no era ni más ni menos que un rancho de madera que daba pena, pero peor aún fue cuando nos dijo que ni siquiera tenía electricidad debido a que según el patrón, tirar un cable hasta allí resultaba muy costoso... Más allá del engaño, nos preguntamos que clase de persona puede dormir tranquilo por las noches sabiendo que a 500 metros de su chalet, una familia con tres críos que trabaja para él vive desde hace años sin electricidad por el supuesto alto coste de tirar un cable y tres postes... Mientras tanto, la chica en su ignorancia seguía repitiendo que el patrón era una buena persona...

Seguimos hacia el norte para visitar el lago Ranco, lugar en donde se desarrollan los mayores proyectos inmobiliarios-turísticos del sur de Chile, prueba de ello es que casi toda la costa está actualmente ocupada por casas de veraneo, algunas de ellas son impresionantes mansiones rodeadas de bosques.

Finalmente llegamos a Valdivia (135 mil habitantes), una de las ciudades más bellas de Chile, en donde pasamos la noche después de haber recorrido 400 kms desde Puerto Montt. En el año 1960 un tremendo terremoto arrasó la ciudad y con ella su industria. Valdivia se hundió 3 metros, su costanera desapareció bajo las aguas y en los sectores bajos se cayeron todos los edificios. Hoy en día su actividad está orientada al turismo, a la vida universitaria, y en los últimos años ha vivido un fuerte proceso de industrialización. Realmente es una ciudad muy bonita, destacando el muelle Schuster y el mercado fluvial.

El viernes 18 de marzo dejamos Valdivia y salimos en dirección del paso fronterizo de Pino Hachado, a 360 kms de distancia, para entrar nuevamente a la Argentina. Punto final para el tercer tramo de nuestro recorrido por Chile, de sur a norte del país.   


     

Iglesia de Nuestra Señora de Gracia de Nercón, en la Isla de Chiloé, contruida con alerce y ciprés en 1895

Paseo marítimo de Frutillar, con el volcán Osorno de fondo

Calle céntrica de Valdivia

Valdivia, mercado fluvial


Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, contruida en roble en 1915


Centro de Puerto Varas